tomate Zafarraya
Nacional

El Llano de Zafarraya está al completo

No hay disponibilidad de suelo para cultivar en este verano en el Llano de Zafarraya. Los 900 litros de agua caídos a lo largo del invierno y la primavera augura una campaña de altos niveles productivos.

El Llano de Zafarraya volverá esta campaña a estar más verde que nunca y de otros colores. Los 900 litros de agua caídos durante el invierno y la primavera auguran un ejercicio de record en la producción. De hecho, «está el Llano completamente lleno de cultivos y no hay espacios disponibles como en campañas anteriores, donde el problema del agua disipaba a los productores a ocupar el ancho del valle», señala Jesús Palma, gerente de Hortoventas.

Lo que si hay son cambios de cultivos. Hay menos alcachofa de verano. Este cultivo sigue necesitando mucha agua y cuando se trasplantó aún había dudas de que los niveles de agua fuesen los normales para Zafarraya. Y por este motivo hay menos alcachofa.

De lo demás, «hay algo más, ya que las condiciones climatológicas han acompañado y la primavera está siendo fresca y esto anima a los productores a dar pasos hacia adelante», expone Palma.

De hecho, los grandes grupos españoles de la distribución ya han estado en Hortoventas, para conocer de primera mano los protocolos, la sanidad vegetal de las plantaciones, los equipos de confección. «Estamos ya preparados, porque hemos estado trabajando durante todo el invierno. Los productores se han animado a plantar coliflores en invierno, a pesar de que invierno ha existido», desvela Palma.

El verano

El verano se presenta activo como otros años atrás. Hay la misma cantidad de tomates, con el tomate pera y el Daniela en niveles altos; y hay también más judía y calabacín, pero el cultivo que rompe este año es el pimiento italiano.

Los productores marroquíes que están en el Llano -35 por ciento de la oferta de Hortoventas– se han dirigido más hacia el pimiento italiano y han dejado a un lado la judía. Dejan a un lado la judía, a pesar de que «las campañas han sido muy buenas, pero el suelo necesita recuperar y el italiano es una buena alternativa con rentabilidad», expone Palma.