Así, aparte de las medidas de prevención generales para toda la población, se han establecido dos medidas de obligado cumplimiento, como son el registro de los trabajadores temporeros en los ayuntamientos y la realización de pruebas diagnósticas.
En el primer caso, según la documentación hecha pública por varios de los municipios implicados, los ayuntamientos y el Servicio Veterinario mantendrán un registro de todos los trabajadores que procedan de otros municipios extremeños, comunidades autónomas o países y que establezcan su residencia en el Valle del Jerte durante la campaña de recolección de cerezas.
Así, los agricultores o empresas que contraten empleados deberán comunicarlo en el ayuntamiento donde vayan a residir, y deberán aportar los datos de los trabajadores y sus acompañantes.
De igual forma, con carácter preventivo se realizarán pruebas para la detección del virus en función del origen de los trabajadores.
Las pruebas se realizarán a su llegada a la localidad, preferiblemente antes de empezar a trabajar, y se repetirán siete días después.
La citación la realizará el personal del Centro de Salud directamente al trabajador y sus acompañantes o, cuando esto no sea posible, a través del agricultor para el que trabajen.
«Se recuerda que aún seguimos en pandemia y es necesario cumplir los protocolos establecidos por Sanidad en beneficio de todos», han subrayado los ayuntamientos.