La tomografía computerizada (TAC) es una tecnología que permite obtener imágenes del interior de los cuerpos y, por tanto, puede aplicarse a productos alimenticios. Hasta ahora, disponer de un TAC estaba sólo al alcance de los centros tecnológicos. «Con la puesta en funcionamiento del equipamiento del TAC móvil, esta tecnología puede llegar a las granjas, instituciones de investigación, mataderos y otras industrias alimentarias que deseen evaluar sus animales, calibrar aparatos de clasificación de canales o bien optimizar procesos, entre otros», explica Maria Font, investigadora del IRTA del programa de Calidad y Tecnología Alimentarias.
Aplicaciones en la mejora genética
Quizá esta sea la aplicación más conocida hasta ahora, ya que el equipo de TAC permite ver el interior y obtener valores de espesor, área y volumen de cada uno de los tejidos.
Calibración de equipos de clasificación de canales
Actualmente, la Unión Europea ha aprobado el uso de la Tomografía Computerizada como sistema de referencia para calibrar equipos de clasificación de canales.
Pero son muchas más las aplicaciones actuales de la tomografía computerizada en el sector agroalimentario:
• Apoyo en el diseño y desarrollo de nuevos procesos.
• Evaluación de la calidad del producto final.
• Control de los procesos de secado, anomalías y maduración en alimentos (productos cárnicos, frutas, etc.).
• Mejora de la productividad y automatización.
• Mejora de la calidad de productos elaborados.
• Estudio de los procesos de congelación / descongelación.
• Estudio de los gradientes de agua en diferentes productos, etc.