El responsable del sector Apícola de Asaja Extremadura, Paulino Marcos, ha alertado del incremento del índice de mortandad durante los últimos años, principalmente como consecuencia de factores climatológicos.
Según ha precisado, está creciendo «exponencialmente» desde principios de siglo, fecha en la que se encontraba en niveles del cinco por ciento.
Esta situación obliga al sector a acometer importantes inversiones para la reposición de la cabaña, con las consecuentes repercusiones en la rentabilidad de las explotaciones, señala Marcos.
El índice de mortandad de las abejas también ha crecido en el último año debido a la incidencia de la varroa, cada vez más resistente a la molécula que se usa contra este ácaro.
Según ha explicado Marcos, el sector ha pedido al Estado que impulse la investigación tanto para encontrar medidas más eficientes contra la varroa como para impedir el elevado índice de mortandad de las colmenas.
El año 2020 arrancará por tanto, ha afirmado Paulino Marcos, de forma poco satisfactoria, en un momento donde el sector autonómico precisa «de buenas noticias» tras varios ejercicios de resultados negativos, agravados también este año por la sequía.
«El año pasado ya fue malo para la apicultura extremeña, pero no tanto como éste», ha lamentado el responsable del sector apícola de la organización agraria.
A ello ha sumado la situación de precios a la baja y la incidencia de la miel llegada de países como China, ante la cual el sector nacional no ha conseguido que el Gobierno central cree un etiquetado específico que indique el porcentaje exacto de miel autóctona.
«Solo se pide que cuando un consumidor compre un tarro de miel conozca si ésta es española, alemana, china o de otro país, y que sepa qué productos son de fuera aunque tengan un nombre español», ha manifestado a este respecto.