Afrucat, Asociación Empresarial de Fruta de Catalunya, ha insistido hoy, en la reunión que ha organizado con los principales grupos políticos catalanes, en la necesidad de dar salida a todos aquellos productores que quieren cesar en la actividad o que quieren cambiar de cultivo para que no abandonen los campos.
Según declaraciones de Sisco Palau, presidente del Comité de fruta de hueso de Afrucat, «dejar los campos abandonados puede provocar un riesgo sanitario para las plantaciones vecinas que continúan en producción, afectando a la gestión que hacen de las plagas y a la sostenibilidad de los campos «.
Palau ha añadido que ayudar económicamente al arranque de plantaciones no viables o de campesinos cercanos a la jubilación que no tienen continuidad en su empresa, puede detener la «muerte silenciosa» que está viviendo el sector y ayudar a los jóvenes que quieren seguir haciendo de agricultores.
La totalidad de los asistentes se han mostrado muy interesados por la situación límite de la fruticultura catalana y han sido unánimes a la hora de destacar la importancia del sector y su relevancia tanto en cuanto a su vertiente social, de vertebración del territorio y medioambiental.
Manel Simon, director general de Afrucat ha sido el encargado de hacer una presentación de las cifras del sector y de sus demandas a una audiencia compuesta por los representantes de los diferentes grupos políticos en la Paeria, en la Diputación de Lleida, en el Congreso y en el Senado. La reunión también ha contado con el subdelegado del gobierno español.
Simon ha destacado la potencia del sector productor español y catalán en fruta de hueso que en los últimos veinte años ha ido consolidando mercados, sobre todo europeos, y que en este momento es el principal exportador europeo y el primer proveedor de países como son Alemania, Francia, Reino unido e, incluso, Italia.