Para un sector eminentemente exportador como el de las frutas y hortalizas español, que destina el 60% de su producción al mercado exterior, la moneda única impulsó las exportaciones, teniendo en cuenta, además, que la UE es el destino del 94% de las ventas.
El euro permitió una simplificación de las relaciones comerciales, menores costes de transacción, precios más estables y mercados más transparentes, aunque también creó un mercado aún más competitivo, y más de más fácil acceso para todos los países productores europeos y también parar los extracomunitarios, según FEPEX.
En 1999 la exportación española de frutas y hortalizas frescas ascendió a 8,2 millones de toneladas por un valor de 5.229 millones de euros. En 2002, las exportaciones se situaron en 9 millones de toneladas y 6.783 millones de euros. En 2017, último año del que se disponen datos oficiales, la exportación se elevó a 12,6 millones de toneladas y 12.704 millones de euros, según datos de la Dirección General de Aduanas procesados por FEPEX.