El empleo en este sector representa el 2,1 % del empleo total en España, frente al 0,6 % que suponía en 2017.
En el caso de la industria, el peso del empleo en la alimentación es del 7,9 %, 3,5 puntos más que hace 12 meses.
Según el informe, los cambios tecnológicos y legislativos en el sector aumentan la necesidad de profesionales cualificados por parte de las empresas.
En este sentido, el estudio insiste en que la implementación de nuevas tecnologías no está suponiendo la eliminación de puestos de trabajo, pero sí ha elevado los requisitos de acceso.
«El sector de la alimentación siempre tendrá un componente humano debido a que existen multitud de labores técnicas que requieren un gran nivel de detalle que sería imposible realizar con máquinas», ha explicado la directora de Adecco Alimentación, Mila Montaña.
Por otra parte, el cambio en los hábitos de consumo de los españoles ha dado lugar a la creación de empresas especializadas en productos biológicos y ecológicos, que necesitan trabajadores con mayor especialización y departamentos de I+D+i para hacer frente a las demandas de los nuevos consumidores.
Esta necesidad creciente de cualificación ha disparado la demanda de personas con titulación en grados de Nutrición, Dietética y Alimentación, así como en Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural.
El conjunto de actividades que integran el sistema agroalimentario español supone una aportación a la economía española del 2,7 % del Producto Interior Bruto (PIB) y del 16,8 % del Valor Añadido Bruto (VAB) de la industria, han detallado.
De acuerdo a Adecco Alimentación, en los últimos tres años la subida ha sido del 1,3 % interanual y responde a un aumento del valor en las fases de producción y de la industria alimentaria.
