Así es, hace una década el consumo de kilos de pera por persona estaba en 6,55 y en 2023 se sitúa en apenas 4 kilos. Un hecho que también han experimentado en mayor o menor medida otros tipos de frutas.
También ha cambiado el panorama, con respecto a la adquisición de esta fruta de pepita en los establecimientos de compra, cuando antaño se decantaban por la compra en las tiendas tradicionales y en la actualidad son las cadenas de supermercados las que dominan con ‘puño de hierro’.
Y es que, como el resto de productos de la gama frutícola en los últimos años, los supermercados son los dueños de la distribución de pera con una representación en torno al 40,3 por ciento. Por detrás, lo delicado de este producto provoca que sean los especialistas y mayoristas los que acojan este producto y facilite un 29,2 por ciento de la cuota de mercado entre las tiendas tradicionales.
En lo referente al núcleo familiar, las parejas de mayor edad y los adultos independientes son los más aficionados al consumo de pera, mientras que los consumos son mucho más reducidos entre los más jóvenes, y en los hogares monoparentales.