La investigadora y coordinadora de la licenciatura en Químico Farmacéutico Biotecnólogo de la Universidad del Valle de México (UVM) Campus Querétaro indicó en un comunicado que un estudio arrojó que las fresas, frambuesas, moras, arándanos, grosellas, uvas y bayas de sáuco tiene propiedades anticancerígenas.
En su artículo «Propiedades fitoquímicas y farmacológicas de metabolitos secundarios en bayas», publicado en el Handbook of food bioengineering, señaló que estos frutos tienen alto contenido de fitoquímicos, especialmente flavonoides y antocianinas.
«Estos son compuestos polifenólicos que tienen una actividad antioxidante. Es decir, combaten el estrés oxidativo (un proceso de deterioro celular), que desencadena diferentes enfermedades», dijo la especialista.
García Mier detalló que los fitoquímicos reducen el daño en el ADN, aumentan la expresión del gen de reparación del ADN y reducen estrés oxidativo, inflamación y angiogénesis.
«Estos compuestos bioactivos responden a exposiciones agudas y tienen resultados benéficos en el cuerpo humano, uno de ellos son los efectos anticancerígenos».
La investigadora dijo que el resveratrol (un fitoquímico que se encuentra en uvas, bayas y cacahuates) inhibe el crecimiento de células de cáncer de mama y bloquea los efectos del crecimiento de células cancerosas.
Mientras que las moras y las frambuesas son fuentes importantes de antocianinas con propiedades antioxidantes, ácido gálico y ácido elágico, que tienen actividades quimiopreventivas.
Uno de los hallazgos más relevantes es que mientras mayor es el estrés oxidativo de las plantas que producen estos frutos, mayor es la concentración de sus compuestos, lo que permitiría una mejor absorción del organismo.
A raíz de estos resultados, en un mediano plazo la especialista proyecta realizar propuestas para generar mayor estrés en estas plantas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es la principal causa de muerte a nivel mundial y entre los tipos de cáncer con mayor número de fallecimientos se encuentran el cáncer pulmonar, hepático, colorrectal, gástrico y de mama.
Agregó que los estudios relevan, sin lugar a duda, que la alimentación influye en las enfermedades que desarrolla la población.
«Es necesario apostar por una alimentación que no solo debe ser suficiente. Tiene que ser variada, equilibrada e incluir el consumo constante de frutas y hortalizas para tener los beneficios de todos los productos, lo que evitaría ser propensos a enfermedades crónico degenerativas» finalizó