El 84 por ciento de los alemanes están preocupados por la escalada de precios del petróleo y el 80 por ciento teme los cuellos de botella en la entrega de las fuentes de energía y el aumento del precio de los alimentos.
El incremento de los alemanes preocupados por la situación extrema va al alza y ha pasado del 50 por ciento en marzo al 57 por ciento en julio y son los alemanes con unos ingresos por debajo de los 5.000 euros los más preocupados.
«Cuando los ingresos son menores, la preocupación es mayor», detecta la consultora GfK, que indica que por debajo de los 2.000 euros de ingresos la situación es extrema.
La preocupación por la alimentación es mayor en hogares con ingresos por debajo de los 2.000 euros. El 85 por ciento de los alemanes ve con «preocupación particular la situación».
Los alemanes lo tienen claro y la fórmula que utilizarán la mayoría de los alemanes será limitar más sus consumos.
