Labcolor, el laboratorio de la asociación de productores y exportadores hortofrutícolas de Almería, COEXPHAL, participará en la 17ª edición de Fruit Attraction, que se celebra esta semana en Madrid.
En su stand (9D15, Pabellón 9), el equipo comercial dará a conocer los resultados del último estudio sobre seguridad alimentaria en los principales cultivos de la provincia de Almería, con la novedad de incluir también la huerta murciana.
El informe, elaborado al cierre de la campaña 2024/2025, refleja la solidez y fiabilidad de los sistemas de producción hortícola de Almería y Murcia, diferenciándolos de los productos importados de terceros países que, en muchas ocasiones, no cumplen con los exigentes criterios de seguridad de la Unión Europea.
El estudio se centra en los cultivos de pimiento, pepino, tomate, calabacín, sandía, melón, lechuga, berenjena y brócoli. Entre sus conclusiones destaca que, de un total de 39.611 muestras analizadas,30 solo el 1,13% superaron los Límites Máximos de Residuos (LMR).
Dato relevante
Este dato resulta especialmente relevante si se compara con el informe publicado en mayo de 2025 por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA): «en la Unión Europea, un 3,7% de las muestras analizadas en 2023 excedieron los valores de LMR, más del triple que en Almería y Murcia», expone Francisco Garrido, director de Labcolor.
Además, muchas de las superaciones detectadas corresponden a controles internos de agricultores y empresas, previos a la recolección, lo que reduce aún más el porcentaje de producto final en el mercado que pueda superar los LMR.
El estudio también alerta de la reducción progresiva de materias activas autorizadas por la UE. Sustancias como Spirotetramato (presente en 6 de los 9 cultivos analizados) quedarán sin registro a partir de octubre de 2025, no por motivos de salud o medio ambiente, sino por caducidad de registro. Otras, como Acetamiprid, han visto reducidos drásticamente sus LMR, lo que limita su uso en cultivos clave como la lechuga.
El laboratorio recuerda que la política de reducción de fitosanitarios que aplica la Unión Europea está eliminando herramientas fundamentales para el agricultor. En su opinión, aunque el control biológico de plagas es una estrategia muy avanzada en la horticultura del sudeste español, en muchos casos es necesario complementarlo con materias activas compatibles para garantizar la viabilidad de los cultivos.