La cadena neerlandesa ‘bio’ Ekoplaza está justificando a sus clientes la mala calidad de la banana biológica en los últimos días por un doble problema: la enfermedad Sigatoka y la pudrición del tallo y del panal.
No son dos problemas menores, hasta el punto de que Ekoplaza señala del grave riesgo de que la banana ‘bio’ desaparezca de los lineales a medio plazo.
La pudrición del panal y del tallo hace que este se vuelva negro y la fruta se caiga. «Los productores de banana ‘bio’ están pasando por momentos difíciles en la República Dominicana», señala en nota de prensa Ekoplaza.
Ekoplaza apunta que en las plantaciones convencionales no hay problema, porque se fumigan «intensamente para suprimir el virus y la pudrición del panal. Ekoplaza se vanagloria de que en ‘bio’ no se fumiga, «pero se plantean otros desafíos en este momento».
Ekoplaza opera con el importador Bionana, bajo la batuta de Ivo van Reij, que trabaja con pequeños productores de la República Dominicana. Juega con la estrategia de trabajar con pequeños productores a pesar de las dificultades logísticas.
El problema
Las nuevas bacterias no se dejan ver hasta que la banana está viajando. «En el momento de la cosecha, la banana no parece tener ningún problema, pero los problemas de calidad surgen durante el transporte«, apuntan desde Ekoplaza.
Las bananas maduran de forma irregular y, por este motivo, toca a los responsables de calidad la supervisión de las diferentes partidas. De hecho, «hemos introducido controles adicionales para poder absorber en la medida de lo posible las diferencias de calidad y reducir el efecto de la pudrición de los paneles de las bananas mediante medidas no convencionales», señala Reij.
El importador mantendrá su compromiso con este origen y «esperemos que los problemas disminuyan lentamente», apuntan.
