Esta situación dará fin a un proceso que cada año comienza con la llegada del mes de mayo y que proporciona empleo a más de 10.000 trabajadores durante casi 3 meses en las diferentes zonas productoras. Sin embargo, el camino de la comercialización del ajo continúa en los almacenes de la zona, donde se emplea a más de 3.000 personas para el acondicionado, clasificado y envasado del ajo con destino al consumidor final, tanto europeo como internacional.
Como consecuencia de las medidas de seguridad extremas implantadas tras la aparición de la pandemia mundial del COVID-19, el pasado 16 de julio las autoridades sanitarias de la provincia de Ciudad Real detectaron 2 casos positivos por coronavirus en 2 personas de la localidad de Socuéllamos y que, con anterioridad, se habían encontrado empleadas en una empresa productora y comercializadora de ajos situada en la localidad conquense de Las Pedroñeras. Estos casos detectados, según los rastreadores empleados por sanidad, son procedentes de un brote de la epidemia en la localidad vecina de Socuéllamos. Una vez comunicados estos dos casos a la empresa, la misma procedió a aplicar los protocolos sanitarios establecidos para esta situación, cerrando voluntariamente durante el tiempo necesario (finalmente sólo 1 día) las instalaciones para poder realizar las pruebas por parte de las autoridades sanitarias al resto de los 160 trabajadores que actualmente se encuentran empleados en esta instalación, para descartar posibles transmisiones.
Gracias a los protocolos de actuación ya instaurados en nuestras empresas, con desinfecciones constantes de superficies y zonas de trabajo, las pruebas efectuadas al resto de trabajadores han resultado negativas, por lo que la actividad normal de la empresa fue retomada al día siguiente con sus turnos de trabajo habituales.
Desde ANPCA, la Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajo, queremos significar que nuestro objetivo común es el de continuar aportando nuestro trabajo y esfuerzo para que los ciudadanos puedan tener disponible en los diferentes puntos de venta, un alimento básico como es el ajo con la máxima seguridad posible. Todo este trabajo lo estamos realizando con la premisa fundamental de proteger la salud de nuestros trabajadores y empleados.
Es por ello por lo que nuestras empresas productoras y comercializadoras de ajo han adoptado desde el pasado mes de marzo, con la declaración del Estado de Alarma, las máximas medidas de protección sanitaria para hacer frente a la epidemia del COVID-19, aplicando los protocolos de protección más estrictos en este sentido, adaptando las instalaciones y los puestos de trabajo para ofrecer la máxima seguridad posible a nuestro bien más preciado, nuestros trabajadores y empleados, y poder seguir ofreciendo a nuestros clientes y consumidores toda la calidad y beneficios saludables que aporta nuestro producto, el ajo.