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DIA estudia vender Clarel y apuesta por la marca blanca para enderezar su rumbo

La nueva cúpula directiva de la cadena de supermercados DIA analiza la venta de la cadena de perfumerías Clarel y pretende reforzar su apuesta por la marca blanca en España con el propósito de enderezar el rumbo de la compañía.

Éstas son las líneas maestras del plan estratégico en el que trabaja el equipo liderado por su nuevo consejero delegado, Antonio Coto -en el cargo desde agosto-, quien ha presentado hoy los resultados trimestrales de DIA en un contexto de fuerte presión sobre la compañía tras revisar a la baja hace quince días sus previsiones para 2018 y recalcular sus cuentas de 2017.

El informe de resultados, al contrario de lo habitual, no incluye datos desglosados del tercer trimestre ni tampoco cifra de beneficios, una anomalía esta última que desde el grupo han justificado por la puesta en marcha de un test para calcular el deterioro de sus activos, lo que podría llevar a la firma a provisionar parte de sus ganancias.

El mercado ha reaccionado a los datos conocidos hoy con un severo correctivo a sus acciones, que se depreciaron más de un 13 %, hasta los 69 céntimos.

Para intentar frenar la desconfianza en el valor, Coto ha dado algunas pinceladas sobre el plan estratégico que prepara para poner freno a la bajada de ventas en la Península Ibérica, que se suma al negativo impacto del efecto divisa en sus operaciones en Argentina y Brasil.

El proyecto pasa por estudiar «alternativas estratégicas» para los activos del grupo que no forman parte del «corazón» del negocio, como es el caso de Clarel, que cuenta actualmente con 1.271 establecimientos entre España y Portugal.

A ello se suma a la puesta a la venta -anunciada hace meses- de su división especializada en comercio mayorista («cash & carry») con la enseña Max Descuento, y que cuenta con 35 locales.

Además, también se evaluará el cierre de supermercados en España cuyo rendimiento está por debajo de lo esperado y se reforzará la apuesta por la marca blanca, considerada la principal seña de identidad del grupo.

DIA registró durante los nueve primeros meses del año un descenso de sus ventas netas a nivel global del 13,9 %, hasta los 5.490,5 millones de euros, y su resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado se desplomó un 24 %, hasta los 281,1 millones de euros.

Coto ha destacado la empresa pretende «concentrar» ahora sus esfuerzos en España «con un plan realista dirigido a la recuperación del negocio, que tendrá el objetivo de invertir la tendencia actual».

De hecho, las ventas netas en España y Portugal bajaron un 4 % en este mismo período, hasta los 3.880 millones de euros.

«En Argentina y Brasil nuestra posición es muy sólida y nuestro futuro prometedor, pero a la vista de la incertidumbre macroeconómica actual que afecta a estas dos economías es el momento de mantener una postura más prudente», ha señalado Coto.

Por su actividad en ambos países DIA facturó 1.610 millones de euros netos, un 31 % menos que un año antes debido al impacto negativo de las tasas de cambio, ya que sin incluir el efecto divisa los ingresos habrían aumentado casi un 19 %.

Coto ha insistido en que DIA colocará en el centro de su actividad al cliente y ha reconocido «errores» en la gestión del grupo, sobre todo en un mercado «altamente competitivo» como el español.

«Seremos mucho más disciplinados en cada euro que invertimos, igual que en el seguimiento y control de los retornos», ha aseverado.

Preguntado por la creciente influencia en la compañía del multimillonario ruso Mijaíl Fridman -mayor accionistas con el 29 % de las acciones a través del fondo LetterOne y que ya ha propuesto a tres de los doce miembros del consejo de administración-, Coto ha enfatizado que la gestión es su responsabilidad.

«Quiero ser muy claro, ellos no dirigen el negocio. Yo lo hago», ha recalcado.