Arnandis, en un artículo de opinión, valora la presentación, el pasado 31 de enero, de dos propuestas de reglamentos justificadas de la CE, el primero para la imposición del tratamiento de frío para las naranjas importadas desde lugares de producción con presencia de la «falsa polilla» (Thaumatotibia leucotreta).
El segundo, para modificar las condiciones de entrada de naranjas importadas a la UE desde países con presencia de «mancha negra» (Phyllosticta citricarpa), otra de las plagas que amenaza la citricultura europea y que ha registrado, sólo en 2021, 43 interceptaciones de partidas de Sudáfrica y 28 de Zimbabue.
«Cuando se consumen estas iniciativas de la CE, podríamos estar ante un punto de inflexión que no podemos sino acoger con enorme satisfacción y con la esperanza de que cunda el ejemplo para atender otras demandas y necesidades del sector de las frutas y hortalizas en relación con su protección fitosanitaria», ha afirmado.
A su juicio, si el Ejecutivo comunitario tiene en cuenta la similitud de su situación, habrá que esperar que dé el paso rápidamente de incluir la obligación del tratamiento de frío al grupo de mandarinas y de pomelos, que de momento se han quedado fuera, pese a que también son susceptibles de ser hospedantes de la plaga.