Las exportaciones que se vehiculan a través del Puerto de Barcelona han aguantado el golpe de la pandemia de Covid19, un dato muy importante ya que el comercio exterior es una de las claves de la recuperación económica. En el primer semestre del año, los contenedores llenos de exportación sólo han sufrido un descenso del 3% en comparación con el mismo periodo de 2019, cifra que se puede considerar positiva en el escenario actual de crisis internacional porque demuestra la resiliencia de la industria del país, tal como lo han destacado hoy la presidenta del Puerto de Barcelona, Mercè Conesa, y el director general, José Alberto Carbonell, en la presentación de resultados de la primera mitad del ejercicio.
El impacto de la pandemia se refleja en prácticamente todos los tipos de mercancías que se mueven en el Puerto de Barcelona. El tráfico total ha sufrido un descenso del 18,8% entre enero y junio, alcanzando un movimiento de 28 millones de toneladas. De éstas, 15,4 millones corresponden al tráfico de hinterland -comercio real de mercancías, sin transbordos ni tares-, que sufre una caída del 15%.
En cuanto a los contenedores, con un tráfico de 1,37 millones de TEU la caída se ha situado en el 20,5%. Destaca el comportamiento diferenciado entre las exportaciones, que sólo caen el 3%, las importaciones, que sufren un descenso del 15%, y el tráficos, donde la caída es más pronunciada (31%).
En el caso de los graneles, los sólidos cierran la primera parte del año con un movimiento de 2,06 millones de toneladas y un crecimiento del 1,3% respecto al 2019. Los líquidos, sin embargo, han caído un 23, 2%, registrando un movimiento de 6,4 millones de toneladas. Este descenso se debe principalmente a la parada de la actividad productiva durante el estado de alarma así como la menor actividad de bunkering y la situación de Contango -el precio del mercado de entrega inmediata de los productos energéticos es menor que el precio a futuro, lo que hace que no se produzcan movimientos-, en los mercados internacionales.
El momento más crítico queda atrás
De cara a los próximos meses, Mercè Conesa ha mostrado convencida de que «a nivel de mercancías, ya ha pasado lo peor y ahora la tendencia es a la recuperación» y ha añadido que «es necesario que la gestión de la pandemia no detenga la actividad económica «.
Tanto Mercè Conesa como José Alberto Carbonell han coincidido en que el Puerto de Barcelona es «un motor generador de prosperidad que debe actuar como palanca para la reactivación económica». Por este motivo, «activaremos el máximo de inversiones para acelerar la recuperación, priorizándose las teniendo en cuenta los criterios de eficiencia y de rendimiento social, ambiental y económico», ha explicado el director general.
La presidenta del Puerto de Barcelona ha finalizado su intervención apuntando algunos de los objetivos de la institución para los próximos años: convertir Barcelona y Cataluña en centro de referencia de investigación en temas de innovación logística; posicionar Barcelona como hub regional de sectores de negocio en desarrollo, como movilidad eléctrica personal, energías renovables y telecomunicaciones; mejorar, a través de la innovación, la sostenibilidad de las cadenas logísticas y recuperar suelo logístico para captar nuevas inversiones.