La sentencia señala que el juzgado declaró probado que vendedor y compradora firmaron un contrato según el cual el primero era propietario de 150.000 kilos de cítricos, fijándose un precio de 0,60 euros el kilo.
Al final, la cantidad retirada de la explotación no llegó a los 122.000 kilos, entre mandarinas y otros cítricos, añadía la sentencia.
La discrepancia surgió cuando la empresa pretendió aplicar un precio reducido a toda la mercancía retirada, algo que, comenta la Audiencia, no procedía, según los términos del contrato.
En su recurso ante la Audiencia, que no ha prosperado, la empresa solicitó la desestimación de la demanda o que la cantidad a pagar se redujera a 7.700 euros.