Además, fuentes de esta organización agraria han apuntado que sus miembros han detectado en los puntos de venta «etiquetado engañoso o directamente erróneo» en cítricos, «lo que genera confusión en el consumidor sobre su origen real».
En un comunicado, han reclamado a las autoridades competentes que refuercen las inspecciones para acabar con esta situación, al tiempo que ha llamado a las cadenas de distribución a realizar una «apuesta firme y decidida por el producto nacional desde el inicio de campaña, evitando las prácticas especulativas y, en ocasiones, fraudulentas».
«Mientras los productores españoles mantienen unas estrictas normas de producción, las importaciones llegan de manera descontrolada, utilizan materias activas no autorizadas en la Unión Europea (UE) y suponen un grave riesgo por la entrada de plagas no presentes en nuestros campos», han sentenciado.
Como ejemplo, han explicado que hasta finales del mes de agosto, Sudáfrica ya acumulaba 28 detecciones con organismos nocivos y peligrosos, principalmente por el hongo de Mancha negra (17) y por la Thaumatotibia leucotreta (10).
Ante estas cifras, han lamentado la falta de reacción por parte de las autoridades comunitarias, «que continúan permitiendo este coladero en nuestras fronteras».
Según sus datos, Sudáfrica continúa siendo el primer origen de las importaciones de cítricos a la UE, con un volumen de 421.370 toneladas entre el 1 de septiembre de 2020 y el 30 de junio de 2021 (+6,9 % en relación a la media de los últimos 5 años, en el caso de las naranjas).
A este país le sigue Egipto (325.256 t), «que está en claro crecimiento en los últimos años, especialmente en naranja», por delante de Turquía (240.555 t) y de Marruecos (139.265 t).
Para COAG, las autoridades europeas han de tener en cuenta los aspectos fitosanitarios y el «demoledor daño» que produce en los mercados las importaciones sudafricanas en las actuales negociaciones del acuerdo comercial que la UE tiene suscrito con este país africano.
