La organización se ha quejado de que este incumplimiento en el etiquetado afecta directamente a la trazabilidad del producto y «posibilita el engaño a quien lo consume».
Detallan que la organización «ha podido comprobar cómo se ponen a la venta melones y sandías importados en los que no se precisa el origen o bien que al ofrecerse en mitades o cuartos cambian sorprendentemente de origen«.
Para COAG, estos son «nuevos ejemplos de la falta de fiabilidad y la preocupación por los clientes, con actuaciones que no son anecdóticas y vuelven a poner en tela de juicio la supuesta priorización de la producción nacional de muchas de estas compañías y la trazabilidad de los productos«.
Y han exigido que la distribución comercial cumpla con la normativa actual de etiquetado en la venta de frutas y hortalizas al consumidor y «no juegue con el origen de los productos«.
La organización ha hecho un llamamiento a las autoridades competentes para que realicen «inspecciones exhaustivas, inmediatas y especificas sobre esta situación» y que «se impongan las sanciones correspondientes por estos graves incumplimientos».