El Grupo Operativo Citrustech ha desarrollado diferentes ensayos en explotaciones de cítricos con el objetivo de aplicar técnicas de cultivos más sostenibles y que, al mismo tiempo, puedan suponer un ahorro económico para el agricultor. El uso de márgenes funcionales es una de estas técnicas que pueden jugar un papel muy interesante a la hora de potenciar la biodiversidad siendo ideal para conservación de insectos beneficiosos que favorecen el control de las plagas de cultivo.
En concreto, en los ensayos de Citrustech se han implantado islas de biodiversidad entre las parcelas, que son multi-específicas, es decir con un mínimo de 5 especies autóctonas, ya que cada especie atrae a diferentes depredadores o parasitoides.
Las especies seleccionadas en función de la zona no son reservorios de virus, y se combinan para presentar una floración escalonada y larga en el tiempo, de forma que se provee de recursos como néctar o polen a lo largo de todo el año sirviendo como fuentes de alimento alternativo hasta la aparición de la plaga.
Al establecerse entre los cultivos nos ofrecen refugio para que estos insectos puedan sobrevivir y reproducirse, especialmente en las épocas más adversas. Así se evita su migración a áreas alejadas del cultivo.
A lo largo del proyecto se ha monitorizado la evolución de la dinámica poblacional de las plagas en las parcelas de cítricos piloto y en bajo los diferentes tratamientos objeto de estudio: cubierta sembrada (Festuca arundinacea + Poa pratensis), cubierta espontánea, mulching y testigo de suelo desnudo.
La implantación de técnicas de cultivo más respetuosos con el medio ambiente como son el proceso picado de los restos de poda, el establecimiento de cubiertas vegetales, el mulching y los márgenes multifuncionales contribuyen a la agricultura circular, aprovechando los subproductos y los residuos que se generan en el entorno, y en este caso se pretende utilizar los restos de poda, como ingrediente estructurante para la fabricación de compost, de esta manera se pretende evitar la quema de la poda de cítricos y así poder reducir las emisiones de CO2.
Por último, dentro del resultado se ha diseñado y desarrollado un compost binario compuesto por los restos vegetales procedentes de la poda de las parcelas de críticos objeto ensayo y estiércol de vaca-oveja. Y se está testando esta materia orgánica sobre dos cultivos de lechuga, evaluando el comportamiento agronómico.
El Grupo Operativo Citrustech está compuesto como socios solicitantes por Anecoop, el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), la Universidad Politécnica de Valencia, García Carrión, Universidad Politécnica de Cartagena, Universidad de Córdoba y Cajamar. Así como con Asaja, Ailimpo, Revacitrus, Sunaran y Asociación de Citricultores de la Provincia de Huelva como socios colaboradores. Este proyecto considera necesario mejorar las técnicas de trabajo, optimizarlas, para hacer un cultivo más sostenible tanto económica como medioambientalmente y así asegurar su continuidad.
Este proyecto está cofinanciado a través de una ayuda del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural-FEADER en un 80% y al 20% por fondos de la Administración General del Estado. El importe total de subvención para la ejecución del mismo es de 587.734,05 euros.