En Cataluña se han abierto 16 tiendas: 13 en la provincia de Barcelona, dos en Santa Coloma de Gramenet, cinco en Barcelona capital, una en el Prat de Llobregat, Sant Feliu de Llobregat, Badalona, Terrassa y Viladecans; dos en la provincia de Tarragona, en Reus y Vila-seca y una en Salt (Girona).
En la Comunitat Valenciana, siete aperturas han sido en la provincia de Valencia: tres en València ciudad, y una en Albal, Benissanó, Daimús y Tavernes de la Valldigna; una en la provincia de Alicante, en Elche, y otras dos en la provincia de Castellón, en Moncofa y la ciudad de Castelló.
En Castilla-La Mancha se han abierto tres, dos en la provincia de Albacete, en Barrax y Fuentealbilla, y una en Villarta de San Juan (Ciudad Real), y en Murcia, una en la capital y la otra en la pedanía de Llano de Brujas, según ha informado Consum.
De esta manera, la franquicia suma más de 9.200 m2 de sala de ventas a su red comercial y alcanza los 360 supermercados situados en la Comunitat Valenciana, Cataluña, Castilla-La Mancha, Murcia, Aragón y Andalucía.
Estos datos demuestran, según la cooperativa, que se trata de un sector con buenas perspectivas para la inversión, como generador de empleo y riqueza local.
Los clientes de todos los supermercados Charter también se benefician de los descuentos y promociones de Consum, a través del Programa Mundo Consum.
Con la franquicia Charter, Consum cumple su objetivo social de dar servicio a las pequeñas poblaciones y barrios urbanos que no disponen de población suficiente para la implantación de un gran supermercado, pero que necesitan una buena instalación comercial para sus compras diarias. Ser franquiciado de Consum no supone pago de cánones ni royalties, solo el pago de mercancía.
Las previsiones de ventas de Charter para 2021 son un poco más conservadoras que otros años, de un 0,7 % menos respecto a 2020, unos 390,6 millones de euros.
La franquicia Charter, extendida por todo el arco mediterráneo, Castilla-La Mancha y Aragón, se centra en poblaciones medias, zonas turísticas y barrios urbanos de las grandes ciudades. El perfil de estos establecimientos es el de un supermercado familiar, de entre 200 y 500 metros de sala de ventas.