Cataluña entra este jueves oficialmente en fase de emergencia por sequía, una situación sin precedentes relacionada con el cambio climático y que comportará, entre otras, restricciones del 80 % en el riego agrícola.
Además, se limita el consumo doméstico a un máximo de 200 litros por habitante y día.
El Govern de la Generalitat ha declarado la emergencia por sequía, una situación sin precedentes, que tendrá efecto a partir de mañana viernes, y que afectará a 6 millones de personas de las áreas de Barcelona y Girona, cuyo consumo quedará limitado a un máximo de 200 litros por habitante y día.
Así lo han anunciado en rueda de prensa tras la comisión interdepartamental de sequía el propio presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el conseller de Acció Climàtica, David Mascort.
«No nos habíamos enfrentado nunca una sequía tan larga desde que existen mediciones de lluvia. Arrastramos tres años en los que no llueve como el país necesita», ha justificado Aragonès, quien ha defendido el «trabajo» y la «inversión» para mitigar los efectos y retrasar hasta 15 meses la entrada en emergencia.
Entrar en emergencia implica que se reduce en un 80 % el riego agrícola, en un 50 % el de ganadería y en un 25 % el industrial, el mismo porcentaje que se aplica para usos recreativos.
Otras prohibiciones
También que en la limpieza de espacios urbanos, queda prohibido el uso de agua potable salvo si es para un accidente o incendio, pero sí que se permite el uso de agua regenerada o freática.
Queda prohibido, igualmente, el uso de agua para el riego de jardines y zonas verdes, tanto privadas como públicas, excepto si es para la supervivencia del arbolado o jardines botánicos públicos, siempre que se haga con aguas regeneradas o freáticas, como ya hace el Ayuntamiento de Barcelona.
Si se agudiza y cronifica la situación de sequía, entre otras medidas sobre la mesa está la de contratar barcos cargados de agua que la lleven hasta el Puerto de Barcelona procedentes de zonas como Tarragona.
¿Qué supone la fase de emergencia?
La fase de emergencia es la más grave de todas y tiene tres estadios: en el primero, las dotaciones de agua se reducen a 200 litros por habitante y día para todos los usos (comercial, industrial, lúdico o personal), y en los estadios dos y tres descienden a 180 y 160 litros, respectivamente, al tiempo que se incrementan otras restricciones.