Las aguas financieras de la cooperativa CASI bajan limpias. La empresa cerró la campaña 2018-2019 con unos beneficios que cuatriplicaron el margen de la campaña anterior. Esta cifra se iba a dar a conocer en la Asamblea de Socios del pasado 21 de marzo, suspendida por la crisis sanitaria.
Estos beneficios auditados vienen a refrendar la gestión que ha estado realizando el equipo del presidente Miguel Vargas desde su llegada en marzo de 2014, ligada a un proceso de internacionalización, una estrategia comercial más vinculada con el destino final y menos con los ‘brokers’, así como la robotización de los procesos productivos.
El mejor estado financiero de la cooperativa en el cierre del ejercicio 2018-2019 ha tenido su extrapolación durante la campaña actual 2019-2020.
Así lo traslada el propio presidente Miguel Vargas en su comunicado, tras la carta enviada por seis consejeros de la empresa a todos los socios solicitando una auditoría económica y la convocatoria de nuevas elecciones en cuanto sea posible el pasado 1 de junio.
El volumen de tomate gestionado por la cooperativa CASI ha sido el mismo que en la campaña pasada, a pesar del descenso de la superficie de tomate en toda la provincia de Almería de un ocho por ciento, según detecta el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía.
La migración de socios de CASI hacia el calabacín durante la presente campaña tampoco ha deteriorado el caudal de oferta de tomate de la cooperativa, que se convierte en una de las pocas empresas españolas que no ha visto perder volumen en la categoría.
