El estudio ha sido presentado este lunes durante el congreso de jóvenes agricultores celebrado por esta organización agraria y los datos se han obtenido de 1.500 cuestionarios con 37 preguntas a productores agrarios sobre necesidades básicas del sector y el medio rural para afrontar los cambios que supondrá la digitalización.
El informe indica que hay un 23 % de las explotaciones que sí destina entre el 10 y el 30 % de sus terrenos a probar nuevos avances tecnológicos o productos mientras que un 24 % de los encuestados admite que ese terreno reservado para los avances está entre el 5 y el 10 % de la superficie que gestionan.
En el lado contrario, un 22 % de las explotaciones no reserva espacio para las innovaciones y un 31 % apenas destina entre un 1 y un 5 %.
El estudio detalla que el 3,8 % de los entrevistados no tiene ningún tipo de cobertura en su explotación para el uso de dispositivos móviles y un 4,7 % no tiene acceso a Wi-Fi.
Una mayoría (69 %) no tiene su tractor provisto con un sistema GPS y sólo un 3 % cree que no sabría utilizarlo en caso de que lo tuviese.
Las razones para no instalarlo son, en su mayoría, el hecho de considerarlo caro, disponer de un tractor antiguo o estar esperando a comprar uno nuevo.
Además, más del 63 % no dispone de aplicaciones en su móvil para manejar su explotación a pesar de que una mayoría (91 %) dispone de «smartphone».
En el ámbito agrícola, el foco se pone en el regadío: un 11 % de los encuestados dedicados a esta actividad admite que se conecta al riego a través de medios remotos para hacer un seguimiento.
En cuanto a la ganadería se refiere, el 69,7 % no utiliza sistemas tecnológicos en su gestión diaria.
El estudio analiza el uso de redes sociales: «Whatsapp» lo utiliza el 96 %, Facebook un 62 % y Youtube un 48 %.
Entre las conclusiones, el estudio detalla que el impacto de la cobertura en el grado de digitalización es claro y con tendencia al alza: los agricultores con mejor cobertura están más digitalizados.
La edad es un factor «clave» en esta digitalización, pues los jóvenes entre 18 a 25 años están el «doble» de digitalizados que los mayores de 65 en el campo.