En un comunicado difundido este lunes, la cadena de distribución francesa ha avanzado que sustituirá los refrigerantes que utilizan gases fluorados por otros que usen «fluidos naturales» y pretende reducir el consumo de energía en todas sus instalaciones.
La empresa –que cuenta con 13.000 tiendas en más de 30 países, de las cuales en torno a 1.300 se localizan en España– ha destacado que estas metas suponen adelantar sus objetivos en materia de lucha contra el cambio climático.
De acuerdo con sus cálculos, las iniciativas previstas permitirán ahorrar 1,28 millones de toneladas de CO2 en 2040 y son reflejo de su «compromiso» con una «transición alimentaria para todos y respetuosa con el medio ambiente».