Del Pino ha informado de que a lo largo de esta semana ha comenzado la recogida y el arranque mecanizado del ajo, si bien en una semana, aproximadamente, y dependiendo de las condiciones meteorológicas, comenzará la corta del ajo con el trabajo de más de 2.000 jornaleros.
De este modo, la recogida de la segunda mayor cosecha de ajo de España, en la campiña de Córdoba, y de la que fundamentalmente se encargaba la mano de obra extranjera en años anteriores, ahora «está asegurada con la mano de obra nacional».
No obstante, ha lamentado que, por la situación económica que vive España por la crisis de la COVID-19, sean muchos los trabajadores que no van a poder ser avisados a trabajar, pues la oferta de mano de obra ha sido muy superior a la demanda de trabajadores.
Además, se espera que la producción de esta campaña sea buena en volumen y de gran calidad porque las condiciones meteorológicas han sido muy buenas.
También hay mayor demanda porque el principal competidor está en China, con el 83 por ciento de la producción mundial, pero el consumidor es «reacio ahora a comprar ajos chinos» y también existió un desabastecimiento mundial al no poder salir los barcos del continente asiático.
Por tanto, el sector puede tener un año que permita recuperarse de años pasados difíciles, según Del Pino, porque «nos están demandando gran cantidad de ajos desde distinto mercados internacionales».
En cuanto a la superficie, en este año 2020 la provincia de Córdoba cuenta con aproximadamente 2.000 hectáreas de plantaciones frente a las 1.670 del año anterior y las 2.020 de 2018, por lo que las cifras son muy similares.
A nivel nacional, la campaña 2020-21, según los datos de avance de superficies sembradas del Ministerio de Agricultura, apunta a un ligero incremento de siembras, entorno al 1 por ciento, respecto a la precedente, alcanzándose en el conjunto del país las 27.730 hectáreas y una producción previsiblemente similar a la del año pasado.