La campaña pasada, el calabacín mostró un aumento de la comercialización del 8 % (enlaza dos campañas en positivo) y una caída de su precio medio del 19 %, registrando un descenso de los ingresos totales del 13 %, según datos de Coexphal.
De esta manera, este producto ha tenido un comportamiento errático. La campaña comenzó con precios bajos, que fueron subiendo hasta llegar al máximo en diciembre. A partir de ahí se produjo un cambio radical de tendencia. Desde febrero los precios se mantuvieron bajos hasta junio.
El papel de Almería
España es el principal proveedor de calabacín de la Unión Europea (UE) con un 63 % del volumen. Y dentro de esa exportación, Almería toma especial protagonismo, ya que la provincia andaluza exportó a la UE un total 257.152 toneladas por un importe superior a 314 millones de euros, lo que supone el 90 % de las exportaciones totales, según datos del Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía.
Estos guarismos sitúan al calabacín en el cuarto puesto en superficie, producción y valor de la producción de hortícolas protegidos en Almería.
Según los citados datos, el volumen de calabacín producido en los invernaderos almerienses durante la campaña 2022/2023 fue ligeramente inferior a la producción de la campaña 2020/2021, en la que se alcanzó la cifra más alta de la historia.
De hecho, entonces, la producción de calabacín en Almería se situó en los 486’2 millones de kilos, mientras que en la 2022/2023 esa producción se redujo en 65’3 millones de kilos, situándose en los 420’9 millones de kilos.
Sin embargo, en cuanto al valor de la producción de esta cucurbitácea se refiere, la cosa cambia. De hecho, si en la campaña 2021/2022 el valor del calabacín producido en Almería alcanzó la cifra de ingresos más alta de la historia con 367’4 millones de euros, en la 2022/2023 descendió de manera significativa hasta situarse en los 282 millones de euros.
Destinos
Alemania fue el principal destino para el calabacín almeriense durante la campaña 2022/2023, país al que se dirigió el 30 % del total; seguido por Francia con el 26 %, Países Bajos con el 13 % y Reino Unido con el 12 %.
Los germanos sí se sitúan como grandes compradores de calabacín, no como en España, donde su consumo se está reduciendo. De hecho, los españoles han pasado de los 4’55 kilos por habitante en 2020 a los 3’35 kilos por cada español en 2022.