El desembolso está «en línea con las normas sobre las ayudas de Estado de la UE», según Bruselas.
Será financiado con cargo a la «Facilidad para la Recuperación y la Resiliencia», tras el visto bueno de la Comisión al plan de recuperación y resiliencia y su adopción por parte del Consejo.
Este esquema de ayudas públicas, que se prolongará hasta el 31 de diciembre de 2023, tiene por objetivo mejorar la competitividad y sostenibilidad de los productores de verduras, flores y plantas ornamentales, apoyando su transición ecológica, según la CE.
En el marco del plan, la ayuda pública adoptará la forma de subvenciones directas y se destinará a inversiones destinadas a mejoras estructurales y de eficiencia energética.
La Comisión evaluó el régimen de conformidad con las normas de la UE sobre ayudas estatales, en particular las directrices que se aplican en los sectores agrícola y forestal y en las zonas rurales.
Esas normas permiten a los Estados miembros conceder ayudas para garantizar una producción alimentaria viable y promover el uso eficiente de recursos para lograr un crecimiento inteligente y sostenible.
La Comisión concluyó que la ayuda facilita el desarrollo de una actividad económica y no afecta negativamente a las condiciones comerciales.