Brasil se posiciona como un país importador «atractivo» para las empresas hortofrutícolas españolas debido a las dimensiones de su demanda nacional, con una población que roza los 202 millones de habitantes, y a la situación de producción de contraestación.
Es una de las principales conclusiones extraídas de la jornada empresarial organizada por ICEX España, Ifema Madrid y la federación de exportadores hortofrutícolas Fepex, en la que han diversos expertos han analizado el potencial importador de dicho país.
Según los datos expuestos, España es el tercero mayor vendedor de frutas y hortalizas a Brasil, con 79 millones de euros facturados en el último año, con la fruta de hueso como una de las principales categorías, y creciendo, seguida de las manzanas y peras.
En general, el volumen total certificado de vegetales y productos vegetales en 2023 en Brasil se ha situado en las 56.000 toneladas, un volumen del que el 95 % corresponde a frutas y hortalizas, destacando las manzanas, peras y ciruelas.
A juicio del director técnico de la federación de productores hortofrutícolas Fepex, Luis Martín, Brasil tiene un «importante potencial importador» debido a sus ventajas demográficas y geográficas, aunque también ha destacado algunas barreras comerciales como los requisitos fitosanitarios.
En este sentido, la subdirectora General de Inspección, Certificación y Asistencia Técnica del Ministerio de Economía, Marta Alzas, ha señalado la «complejidad» que supone el transporte de estos productos, mayoritariamente frescos, hasta Brasil, con distancias en avión de entre 13 y 16 horas.
Además, según ha explicado la responsable, Brasil puede exigir normas de etiquetado y empaquetado, normas de calidad, certificados fitosanitarios expedidos por el país de exportación o un análisis de riesgo de plagas como requisitos generales para las importaciones, que puede variar en función del producto.
Con todo, los asistentes a la jornada han destacado la oportunidad que supone para el sector hortofrutícola nacional el comercio con Brasil que, aunque vio disminuir las importaciones durante la pandemia, en los últimos años ha incrementado la entrada de producto exterior.
Las frutas y hortalizas más demandadas por Brasil han evolucionado en los últimos años: mientras que en 2020 lideraban el «ranking» las cebollas y los ajos, con 285 millones de euros importados, en el año 2023 se han situado a la cabeza las manzanas y peras, con 274 millones de euros.
Las perspectivas de futuro del mercado son positivas, ha asegurado durante su intervención el consejero Económico y Comercial de España en Sao Paulo, Urbano Murillo, quien ha explicado que una vez entre en vigor el acuerdo de Mercosur habrá un «progresivo desarme arancelario» que favorecerá al producto español.
Por su parte, el director de la empresa de logística SameLog, Enrique García, ha subrayado que este es un mercado «cada vez más competitivo» y ante el cual España tiene oportunidades de negocio que se exprimir, con nichos de mercado como el de subproductos, zumos y pulpas.
La jornada se enmarca dentro los eventos de la feria Fruit Attraction y forma parte de una serie de tres encuentros en los que el sector analiza las relaciones comerciales con tres países: China, Arabia Saudí y Brasil, estos dos primeros importadores invitados al evento, que se celebrará el próximo octubre.
