Así lo anunció Natasha Santos, vicepresidenta de Global Stakeholder Strategy & Affairs de Bayer Crop Science, compañía que mantiene con dicho instituto un acuerdo general de cooperación, dirigido principalmente a promover el desarrollo agrícola y el bienestar rural y a apoyar la agroindustria de América Latina y el Caribe.
Entre otras prioridades en el acuerdo se incluye el intercambio de conocimientos agronómicos y científicos, estrategias de gestión avanzada, cooperación técnica y la ampliación de programas de capacitación para respaldar la sostenibilidad y la seguridad alimentaria.
“Como compañía científica y agrícola, Bayer trabaja para ofrecer nuevas innovaciones y modelos comerciales que ayuden a los agricultores a restaurar la salud del suelo y reducir la huella ambiental de la agricultura. Nos complace ser la primera entidad privada en unirse a la iniciativa “Suelos Vivos de las Américas” y esperamos trabajar con el IICA y el profesor Lal en la búsqueda de soluciones para satisfacer de manera sostenible la demanda de alimentos”, comentó Natasha Santos.
El Director General del Instituto, Manuel Otero, resaltó la importancia de revertir la degradación de los suelos porque es un “desafío impostergable que enfrentamos”, indicando que el suelo vivo es vital para la productividad, los ingresos de los productores, la biodiversidad y el bienestar de las comunidades rurales y urbanas.
“El suelo devuelve a quienes lo tratan adecuadamente niveles crecientes de productividad y provee servicios ecosistémicos y biodiversidad. En síntesis, proporciona mayor bienestar a las familias que en él habitan”, dijo Otero, quien remarcó además “el carácter estratégico de las alianzas público-privadas”.
Mediante la cooperación técnica y junto a gobiernos, organismos internacionales, universidades, el sector privado y organizaciones de la sociedad civil, la iniciativa “Suelos Vivos de las Américas”, una amplia articulación de esfuerzos públicos y privados, contribuirá a detener los procesos de degradación de la tierra y la agricultura que agotan la materia orgánica de los suelos.
Los suelos son un recurso natural esencial para el desarrollo del ser humano, por lo que mantener la salud de las tierras cultivadas constituye uno de los desafíos más importantes que la agricultura de las Américas enfrenta actualmente.
La degradación de los suelos, que avanza a una velocidad alarmante, amenaza la capacidad mundial para satisfacer de manera sostenible la demanda alimentaria actual y prevista.