La superficie afectada en la Comunitat asciende a 120.000 hectáreas y entre los cultivos que mayores perjuicios acumulan destacan los cítricos, las frutas de hueso, el caqui y las hortalizas (cebollas, patatas y alcachofas principalmente), así como destrozos en infraestructuras agrarias.
Los cítricos, sobre todo naranjas y mandarinas, alcanzarán unas pérdidas en torno a 80 millones en una superficie de 50.000 hectáreas, ya que en la presente campaña cientos de toneladas de frutos que estaban pendientes de recolectar acabaron cayendo al suelo o quedándose en el árbol por la merma de valor comercial.
De cara a la próxima temporada, el exceso de humedad también ha ocasionado problemas de podredumbre en la floración, que supondrá una reducción de la cosecha futura en multitud de explotaciones, al igual que ocurre en otros cultivos.
Según AVA, los agricultores se ven obligados a asumir sobrecostes económicos para realizar aplicaciones dirigidas a minimizar el ataque de plagas y enfermedades que pueden multiplicarse con la combinación de humedad y altas temperaturas.
La ola de frío ártico a principios de abril provocó graves heladas en unas 30.000 hectáreas de las comarcas interiores, hasta el extremo de echar a perder la totalidad de la cosecha en cientos de campos y causar un desplome del 70 % en la producción autonómica.
La escasez de horas de calor y las lluvias reiteradas hasta mayo agravaron los problemas de cuajado, mientras que la proliferación de hongos por el calor actual eleva la necesidad de tratamientos, ha indicado la organización agraria.
Las precipitaciones primaverales, sobre todo la lluvia torrencial del 3 de mayo en L’Horta, destrozaron campos enteros de hortalizas, especialmente de cebollas y patatas, y la supresión de fungicidas ha dificultado aún más la lucha contra los hongos, que han tenido en este exceso de humedad unas condiciones idóneas para su proliferación.