Austria ya conoce la producción de hortalizas realizada durante 2025 y sumó 726.800 toneladas, lo que supuso un incremento del nueve por ciento.
Este incremento respondió a un repunte de la superficie en un tres por ciento en comparación con 2024, pero también a un verano más apacible para elevar el rendimiento por hectárea.
Es cierto que «la primavera fue fresca y retrasó el desarrollo de los cultivos, y hubo daños aislados de calor en verano, pero la producción hortícola se disparó en los cultivos extensivos como cebollas, zanahorias y maíz dulce», exponen desde la Oficina de Estadísticas.
De hecho, la producción de cebollas aumentó un 26 por ciento en comparación con el año anterior, y rompió las estadísticas de los últimos años.
Las zanahorias elevaron su oferta en un 4 por ciento y cosecharon 124.900 toneladas y los guisantes sumaron más de 12.000 toneladas, un 52 por ciento más que en 2024.
Las hortalizas bajo invernadero tuvieron un comportamiento similar. La producción de pepinos se fue a las 40.000 toneladas, un cuatro por ciento menos; y el pimiento se quedó en 14.000 toneladas, un dos por ciento más, pero con una fuerte presión por parte de la oferta neerlandesa durante los meses de verano.





















