La superficie de cultivos leñosos, que incluye al grupo de frutales cítricos y no cítricos, olivar y viñedo, ha aumentado un 9 % en la última década, entre 2012 y 2022, hasta alcanzar los 5,31 millones de hectáreas, según el número 36 de la serie Análisis y Prospectiva AgrInfo, publicado en la página web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Suben principalmente pistacho, almendro y olivar y bajan las frutas de hueso (melocotonero/nectarina y ciruelo) y las frutas de pepita (manzano y peral).
Destacan los incrementos de superficie de pistacho (1.978 %), con 63.267 hectáreas más que en 2012; almendro (30 %, con 199.834 nuevas hectáreas) y olivar (7 %, que suponen 183.703 hectáreas más). También son reseñables los aumentos de superficie del limonero, castaño, aguacate y caqui.
Según destaca el número 36 de la serie Análisis y Prospectiva AgrInfo, publicado en la página web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, consultado por FEPEX, entre los cultivos que más ven reducida su superficie desde 2012 a 2022, se encuentra la fruta de hueso, en especial el melocotonero y nectarino, que ha pasado de 79.617 hectáreas a 70.480 hectáreas, un 11,5% menos; el ciruelo, que ha pasado de 15.097 hectáreas a 11.788 (-21,9) y el albaricoquero, que ha pasado de 21.172 hectáreas a 20.353 hectáreas (-3,9%).
La fruta de pepita, manzano y peral, también han visto reducir la superficie de cultivo, pasando el manzano de 32.441 a 29.012 hectáreas, un 10,6% menos y el peral de 24.064 a 18.931 hectáreas (-21,3%).
Más limón
En frutales cítricos desciende la superficie de naranjo, que ha pasado de 157.592 hectáreas a 150.716 ( -4,4%) y de mandarino que ha descendido un 7,2%, pasando de 109.386 a 101.560 hectáreas, mientras que el limón ha crecido fuertemente, de 37.068 a 53.301 hectáreas (+ 43,8%).
La dimensión de los cambios producidos se constata con el dato de que el 11 % de la superficie de cultivos leñosos registrada en 2022 (unas 550.000 hectáreas), estaba ocupada en 2012 por cultivos herbáceos (355.874 hectáreas) y barbecho (191.996 hectáreas), según el MAPA. La caracterización de esta evolución:
– El olivar, el almendro y el pistachero han aumentado fundamentalmente a partir de superficies previamente cultivadas de cereales y de barbecho.
– La superficie de limonero en regadío ha aumentado un 51% (+16.800 hectáreas), principalmente por la conversión de superficie de otros cítricos, de frutales no cítricos o de hortalizas.
– El aguacate y el caqui, localizados en zonas concretas a las que se adapta su cultivo, se han incrementado en sustitución de tierras dedicadas previamente a cítricos.
– El viñedo presenta una transformación interna de superficies de secano a regadío (49.900 hectáreas).