La organización agraria ha considerado que la Comisión «cede a las presiones ecologistas» y «urge» al comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, a «defender» a los productores y la garantía de abastecimiento alimentario de la Unión Europea.
En concreto, la Comisión acoge mañana la presentación de dos propuestas de esas acciones, por el momento no vinculantes, que Asaja sitúa como «iniciativas estrella» del programa de trabajo de la presidenta Úrsula Von der Leyen dentro del «Pacto Verde Europeo».
Las dos propuestas «ponen en cuestión la seguridad alimentaria de la Unión Europea, en un momento en el que ha quedado patente el papel primordial y básico del sector agrario para el funcionamiento de la sociedad», según esta organización agraria.
«Se imponen severas limitaciones» al uso de fitosanitarios, fertilizantes y antibióticos, «privando» a los agricultores de unas herramientas «esenciales» para garantizar la salud de los animales y los cultivos.
Es una política «regresiva que pone en peligro» la «independencia» alimentaria y que es «totalmente contraria» a la que siguen otras potencias alimentarias mundiales, ha añadido Asaja en un comunicado.
La Comisión plantea, según los últimos borradores conocidos, una serie de condicionantes como que se amplíe la superficie de agricultura ecológica hasta el 25 % del área agraria total de la UE para 2030, así como que el 10 % de las tierras agrarias se destine a elementos no productivos o que se reduzca el uso de abonos en un 20 % y el de fitosanitarios en un 50 %.
Para Asaja, es «un auténtico desarme» de la agricultura y un «cambio de papel» para los productores agrarios que se convertirán en «meros jardineros de Europa».
Se trata de un «paso atrás en toda regla» en conceptos que «ya estaban consolidados» en la política agraria comunitaria como son la seguridad alimentaria o el abastecimiento seguro, estable y saludable.
Asaja ha añadido que el descenso de la contaminación durante estas semanas de parón de muchas actividades «ponen en cuestión muchas de las acusaciones de determinados colectivos sobre el papel contaminante de la agricultura y ganadería».
Esta organización ha confiado en que «el sentido común se imponga» y, si no, «que lo hagan imponer» el resto de instituciones comunitarias como son el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE.
