Ya se han iniciado los primeros cortes de la sandía, un producto típico de la primavera y el verano que en la provincia de Almería tiene un peso importante al ser uno de los productos por los que el agricultor viene apostando en estos momentos de la campaña y que ha venido creciendo en las últimas campañas hasta casi situarse en las 10.000 hectáreas de producción. De este modo en estos días ya se inician los primeros cortes una vez que el producto ha adquirido las condiciones idóneas de maduración y se encuentra listo para salir al mercado, ofreciendo al consumidor un producto fresco de gran calidad.
Asaja recuerda que se trata de una fruta con importantes propiedades beneficiosas y que es uno de los platos fuertes del consumo cuando suben las temperaturas, por este motivo, Asaja incluye esta semana a este producto en la campaña de promoción del consumo de producto local que ha puesto en marcha con el título Elige producto de la tierra: ganas tú, ganamos todos para recordar a la sociedad en general la importancia de mirar el origen en estos momentos.
La sandía es otro de los productos que se está viendo también perjudicado por las consecuencias de la situación generada por la COVID-19 ya que es una fruta que en esta época del año la provincia destina principalmente a la exportación, y que a consecuencia de la paralización de hostelería y turismo el número de pedidos se ha prácticamente paralizado, lo cual está generando incertidumbre y preocupación en el sector. Por eso insistimos en que es vital que a la hora de adquirir estas frutas apostemos por las que tienen el origen nacional, y en nuestro caso, origen Almería, pues tal y como señala Asaja, esta fruta también se enfrenta en este inicio de campaña como viene siendo habitual a la dura competencia de las sandías procedentes de otros países como Senegal que ya se encuentran presentes en líneales y mercados.
Por eso realizamos un llamamiento para que a la hora de elegir, se mire el origen del producto y se pida producto de la tierra, como mejor medio para poder devolver a estos agricultores el esfuerzo realizado para dar un producto sano, seguro y con calidad.
Por otro lado, es preciso que las autoridades, y entre ellas la AICA, vigilen el comportamiento de los diferentes eslabones de la cadena para garantizar que no se producen abusos en la formación de los precios y no se especula con el producto.