La planta de transformación de Frutilados del Poniente S.L. estará en funcionamiento el próximo año 2019 y vendrá a dar solución al problema de los restos vegetales y a la falta de capacidad de compostaje que, en la actualidad, sufre el sector.
El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, junto al concejal de Agricultura, Manuel Gómez Galera, el presidente de Frutilados, Juan Romera, y los demás miembros de la empresa, además de José Antonio Puntas, presidente de Cosegur, y la entidad Cajamar, han visitado hoy la parcela en la que ya han comenzado los movimientos de tierra necesarios para su construcción.
El terrero, de casi 40.000 m², está ubicado en el Paraje de La Molina de Las Norias de Daza. La cesión del terreno municipal se ha realizado por un canon simbólico de 3.600 euros anuales y un periodo de 75 años. En esta fábrica se van a utilizar sistemas avanzados al incorporar y aplicar procesos punteros de I+D+I.
Primera planta de transformación
Será la primera planta de transformación de subproductos hortofrutícolas procedentes de las centrales de manipulado en alimento para ganado. Se trata de un producto apto para el consumo, ensilado en bolas plastificadas, con una conservación en perfectas condiciones de un año. En una I fase va convertir 38.000 toneladas de excedentes de la comercialización y producto de retirada en sustento para 13.000 cabezas de ganado al año. Una cifra que se irá incrementando progresivamente hasta alcanzar las 50.000 toneladas.
La ingeniero del proyecto, Marta Sánchez, ha indicado que «es una fábrica muy sencilla, diseñada de forma modular para que pueda ir creciendo en función de la demanda. La construcción cuenta con una nave con oficinas, zona de acopio de paja, zona de ensilado y con una salida a granel para los ganaderos locales».
Góngora ha destacado que «hoy es día señalado, ya que supone un paso muy importante en el camino que el Ayuntamiento inició en 2013 para dar solución al problema de restos vegetales, trabajando desde el principio de manera muy seria y rigurosa junto al sector en la Comisión Técnica para el Tratamiento de los Restos Vegetales, COMITRA».
Se trata por tanto, tal y como ha explicado, «de un proyecto medioambiental liderado por el Ayuntamiento y que nació de la implicación social del tejido empresarial del agro, fruto del consenso, la unión y el trabajo de todos en una apuesta por la economía circular y bioeconomía».
Economía circular
Antonio Escobar, en representación de todas las empresas, ha reseñado que esta «iniciativa se enmarca en la estrategia andaluza de bioeconomía, basada en una nueva forma de producir y consumir, dando respuesta a los retos medioambientales y sociales, generando desarrollo económico y empleo. Queremos que nuestra economía tenga un crecimiento sostenible, abordando de manera trasversal, multidisciplinar y multisectorial la explotación de los recursos disponibles, evitando los efectos negativos sobre nuestro entorno. Un proyecto que va a satisfacer los tres pilares de la bioconomía; ciencia, economía y sociedad».
Por su parte, José Antonio Puntas, presidente de la comercializadora de cordero segureño, Cosegur, ha señalado que la unión que se ha generado entre agricultores y ganaderos es ejemplo de coherencia en los mecanismos de producción. Es un proyecto de ensilado factible ya que el excedente deja de ser un residuos y pasa a ser un subproducto, como es el alimento para ganado de altísimo valor».
El regidor ha indicado que «no ha sido fácil llegar a este día, ya que hemos tenido que superar numerosos trámites administrativos, burocráticos y medioambientales, que han provocado una demora en su puesta en marcha». Y es que «el principal retraso vino provocado por la situación de bloqueo durante meses de la Junta de Andalucía en torno a la cesión de esta parcela al Consistorio, lo que dilató el continuar con los trámites».
Otro de los escollos fue la obtención de la calificación del fruto de ensilado como subproducto y no como un residuo. En esta línea, ha remarcado que «trasladamos en una reunión en Madrid con los responsables de la Director General de Calidad y Evaluación Ambiental y Subdirección General de Residuos la necesidad de esta catalogación para la continuidad del proyecto. Una calificación que permitirá optar a determinados tipos de ayudas y subvenciones, abriéndose nuevas posibilidades y vías de financiación del proyecto».
El acalde ha señalado que «avanzamos hacia la economía circular para prolongar la vida útil de los materiales y los recursos tanto como sea posible, reduciendo al mínimo la generación de residuos. Estamos en la búsqueda de sistemas de producción cada vez más respetuosos con el medio ambiente y, por tanto, más sostenibles».
En esta apuesta también ha destacado otros proyectos como el de ENCE que valorizará 650.000 toneladas de biomasa al año, con capacidad para generar 31.5 megavatios y una producción de energía de 250 mill de kWh/año, lo que equivale al consumo de 240.000 habitantes.
Góngora ha explicado que Frutilados y ENCE darán en breve solución al problema de restos vegetales, pero «también nos preocupa otro tipo de residuos agrícolas como son los plásticos y pedimos que la Junta de Andalucía lleve a cabo la campaña de retirada y limpieza que anunció hace semanas, así como que se habiliten uno o varios puntos de recogida a donde el agricultor pueda llevar este tipo de residuos procedentes de invernaderos».
Las 25 empresas que conforman Frutilados del Poniente SL son SAT Agroiris, Murgiverde, Agroponiente, SAT Indasol, SAT Hortofrutícola Mabe, Hortofrutícola Costa de Almería, SAT Acrena, Cabasc, Lara Castañeda Comercial, Uniagro, San Isidro Labrador, Cohorsan, Agrupaejido, Frutas y Hortalizas Dofran, Agroejido, Vicasol, Camposol, Alpaca Hortofrutícola, Hortofrutícola La Ñeca, José y Paco, Frutas Mari Nieves, Escobar Castañeda, Cosegur, Garri Agrícola y grupo Tervalis.