El Gobierno de Argentina aplica un nuevo impuesto a los empresarios agrícolas. Es el impuesto de la riqueza.
Este impuesto trata de hacer una caja de 300.000 millones de dólares y se aplicará a las empresas que sumen 200 millones de dólares en activos.
Las consecuencias de este nuevo impuesto no serán las mejores, porque desincentivará a las empresas que tengan que pagar este impuesto y se reducirá la carga en inversión en I+D.
El impuesto ha sido aprobado por el partido del Gobierno más 19 diputados de la oposición.
Aunque el impuesto afecta sobremanera a los cereales, hay empresas de cítricos como San Miguel o Trapani que están entre las firmas a cumplir con el nuevo impuesto.
El presidente de la SRA, Daniel Pelegrina, señaló a el diario El Cronista que «este nuevo impuesto provocará una menor inversión en la tecnificación de la agricultura y la necesidad de muchos productores de vender activos para poder cumplir con el impuesto».