Según ha destacado la empresa en una nota, cada año se pierden, a nivel mundial, hasta un 40 % de los cultivos alimentarios como consecuencia de la presencia de plagas y enfermedades, «un hecho muy grave para el planeta pero que, al mismo tiempo, conlleva grandes pérdidas económicas para los agricultores».
La empresa aboga, precisamente, por utilizar el control biológico como un mecanismo «más responsable con el medio ambiente», combinando fauna auxiliar con hormonas de confusión sexual o las placas atrayentes para controlar la mayoría de las plagas sin el uso de químicos.
Sobre el pulgón, han subrayado que se trata de una larva chupadora que extrae la savia de las plantas y las decae, lo que favorece la deformación de las hojas, las cuales, ante la presencia de este, se curvan hacia abajo. En Andalucía, el pulgón está presente sobre todo en los cultivos cítricos de Granada y Sevilla y, también, en los de berenjena y calabacín de Almería.
La araña roja, una especie que se nutre de la savia de los frutos, pica las hojas y perfora las células de la planta para comer su contenido, perjudica principalmente a los tomates de Almería y a las frambuesas de Huelva.
Según esta empresa, el porcentaje de parcelas con presencia de araña roja se ha mantenido muy elevado y alrededor del 85 % de los cultivos sufren la plaga.
Respecto a la mosca blanca, ha aseverado que «es uno de los grandes quebradores de cabeza en muchos cultivos, en especial, en los de pimiento, berenjena, calabacín y sandía de Almería». La mosca blanca afecta en la época de crecimiento y producción de los productos hortofrutícolas.
El chinche verde afecta también en particular a Almería. En 2020, se detectó en el 50 % de los invernaderos de pimiento y berenjena de esta provincia.
La mosca del olivo es la plaga más común en Jaén y Sevilla. Excava las galerías de las aceitunas para llegar a la pulpa y alimentarse de los frutos, lo que las daña severamente.
Otra de las plagas más importantes de Andalucía son los trips, unas larvas voladoras que han adquirido importancia a nivel mundial por su capacidad de transmitir virus a una gran diversidad de cultivos, en especial, a las hortalizas. En Andalucía, las zonas más afectadas por esta plaga son Almería, con el cultivo de berenjena, y Huelva, con los frutales de hueso.
La polilla del tomate no sólo afecta a este cultivo, sino que también puede estar presente en otros como la berenjena, la patata o el pimiento dulce, siendo, de nuevo, la más afectada Almería. El Cotonet, está más presente en los cítricos pero también en los invernaderos de pepino, melón, berenjena y pimiento.
Por último, la mosca de la fruta afecta especialmente a Huelva.