El dato es significativo y viene a resumir perfectamente lo que ocurre a nivel mundial. La oferta se reduce por los efectos climatológicos y se disparan las liquidaciones.
Apofruit cerró el ejercicio pasado con 135.600 toneladas, lo que supone la cifra más baja productiva de la empresa, desde que existen registros históricos, un 19 por ciento menos con respecto a 2022.
Pero este descenso de oferta no ha mermado la capacidad económica de la empresa, ya que Apofruit facturó 274 millones de euros, un 8,6 por ciento más con respecto a 2022.
«Ante un año tan complejo en lo productivo, donde ha desaparecido el 20 por ciento de la oferta hortofrutícola, los altos precios medios conseguidos con algunas referencias como el kiwi amarillo, el verde y la patata y la cebolla, han facilitado un incremento de las operaciones. Nos encontramos ante una escasez de productos a nivel mundial, lo que contribuye a mantener los precios altos», recuerda Ernesto Fornari, presidente de Apofruit.
Sumando a la facturación de Apofruit, los datos de Canova, con sus delegaciones en Francia y España, la firma Piraccini y el Mediterráneo Group, el grupo alcanzó los 351 millones de euros en 2023, frente a los 340 millones de 2022.
