Según ha informado la universidad almeriense (UAL), esta iniciativa ha sido puesta en marcha por el grupo de investigación Laboratorio de Antropología Social y Cultural y cuenta con la colaboración de la Cátedra del Agua en Agricultura, Regadío y Alimentación de la UAL y la cooperativa Coprohníjar.
Durante cuatro meses, cada miércoles se les entregará a los participantes una cesta de productos y se les darán pautas de alimentación y saludables para llevar a cabo este programa.
El proyecto surge de otro que se hizo el pasado año sobre cómo debían alimentarse las personas mayores de 65 años para mejorar su alimentación, en cuanto al consumo de nutrientes y prevenir enfermedades no transmisibles.
Este año se da un paso más con la colaboración de la Universidad de Mayores, la Cátedra del Agua en Agricultura, Regadío y Alimentación y Coprohníjar para llevar a cabo un trabajo interdisciplinar.
Participan cincuenta personas en el grupo experimental y treinta en el grupo de control, con el objetivo de «ir más allá» de los estudios que ya existen sobre los beneficios del consumo de hortalizas en la salud o a nivel agrónomo de cómo determinados alimentos tienen determinados nutrientes.
La pretensión es abarcar desde el inicio del proceso de producción, el agua que se utiliza o el suelo, y cómo esos productos afectan a las personas que los consumen, ha detallado la UAL.
Para ello, se analizarán los alimentos, el tipo de regadío utilizado, el suelo y los nutrientes de los alimentos que van a ingerir los voluntarios para ver, entre otras cosas, la existencia o no de determinados residuos.
Además, a los participantes se les harán pruebas sobre su estado digestivo, la prevención de enfermedades cardiovasculares y análisis específicos sobre el deterioro cognitivo.
Cada miércoles se les entregará una caja con alimentos que los investigadores consideren que tienen factores protectores frente a determinadas enfermedades y se les dará charlas sobre tipo de cocinado, así como recetas.