Es más, a partir de noviembre, los operadores españoles se hacen con los lineales de la gran distribución germana, ocupando el 76 por ciento de la oferta tanto en manos de empresas españolas, dado su grado de especialidad y profesionalidad, como de las firmas de los Países Bajos.
El gusto por el calabacín en los nuevos hogares alemanes ha propiciado el interés del canal tradicional alemán de buscar nuevos orígenes durante los meses de invierno y, de esta forma, se han proyectado nuevos orígenes como Marruecos, situándose como tercer proveedor, aunque muy lejos de las cifras que barajan las firmas españolas y de los Países Bajos, y también, en menor medida Turquía, con apenas 2.306 toneladas.
Las compras de calabacín por parte de los operadores alemanes se efectuaron principalmente a España, país que exportó 76.097 toneladas durante 2023. En un segundo escalafón, como proveedor de calabacín al mercado germano se sitúa Países Bajos con 9.544 toneladas y Marruecos con 6.649 toneladas, seguido por Italia con 4.782 toneladas.
Tres regiones trazan el rumbo de la penetración del calabacín en los hogares alemanes -Nordrhein-Westfalen, Baden-Württemberg y Bayern- y una mayor producción por parte de los horticultores germanos.
Un apunte: en Alemania nunca se caracterizó el calabacín por ser un producto de gran valor añadido para el ama de casa. “Alemania ha sido y es un mercado interesante por los volúmenes que consume, pero no por el valor añadido que le deja al exportador”, aseguran fuentes consultadas por la revista F&H.
