Las fuertes lluvias de finales de mayo en Emilia Romagna arrastran fuertes descensos productivos. Primero fueron las cerezas, donde se perdió el 70 por ciento de la oferta, lo que provocó un régimen de precios desconocido por parte de los productores de Aragón.
Y ahora llega la fruta de hueso, donde operadores germanos, como Kolla, recogen en sus planificaciones descensos de hasta un 50 por ciento de la oferta en Emilia Romagna.
Esto supone que a partir de la segunda semana de julio se van a producir problemas de disponibilidad, ya que además del brusco descenso en el norte de Italia, la campaña de Murcia está finalizando y sólo queda disponibilidad de calibres grandes e insuficiente volumen para hacer cestas para las promociones.
El escenario de Lleida viene marcado por disponibilidad de fruta, pero con unos calibres más pequeños de lo habitual debido al régimen de menos cantidad de agua durante la primavera.
No obstante, las lluvias caídas durante las últimas semanas alivian sobremanera la situación, y la campaña transcurrirá en las condiciones habituales, salvo en aquellas fincas afectadas por pedrisco y las tormentas del verano.
