Con una inflación general que ya ha superado los dos dígitos según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Bardés ha señalado que, será después de verano cuando se vea un cambio en la elección de productos alimentarios en la cesta de la compra debido al aumento de precios.
El responsable de frutas y verduras de Alcampo, que ha participado en la presentación de la segunda semana del tomate madrileño en Quirjona (Madrid) ha sostenido que estos dos alimentos precisamente no notarán tanto esa alteración debido a que son «productos de primera necesidad«.
Se trata de una tendencia que ya han detectado las consultoras de consumo y que es común a todas las situaciones de crisis, la preferencia del consumidor por productos más básicos, dejando al margen otros de más valor añadido.
En lo que respecta a Alcampo, Bardés ha defendido que la cadena de supermercados es «la más barata» y que están «reduciendo» sus márgenes para que el cliente final no se vea repercutido por este aumento de los precios.
Al problema de la «inflación galopante» el responsable ha añadido las condiciones atmosféricas, un hecho que «tampoco acompaña» a la hora de reducir los precios.
Por ejemplo, la temporada de melón ha sido una de las que más perjudicada se ha visto debido a las condiciones climáticas y las lluvias que han elevado su coste en algunos supermercados hasta los siete euros.
Y sobre el tiempo y la ola de calor que asola durante estos días a España, Bardés ha sostenido que cosechas como la de tomate no se verán afectadas «en gran medida» por esta situación.
Lo ha hecho poco después de que organizaciones como la Agrupación de Cooperativas Agrarias de Extremadura (Acopaex) hayan mostrado su preocupación por el efecto de la ola de calor.
La agrupación denunció el pasado martes que el intenso calor ya ha provocado que se reduzcan en un 10 % las previsiones de producción iniciales.