Los riesgos emergentes en seguridad alimentaria son de particular importancia debido a su potencial impacto en la salud pública, la economía, la sostenibilidad y la confianza del consumidor.
La gestión de estos riesgos emergentes requiere de una vigilancia constante, medidas preventivas y de respuesta rápida, políticas efectivas y colaboración internacional, así como un compromiso con la innovación sostenible en la producción y distribución de alimentos.
SEALI Hub es la respuesta de AINIA a las inquietudes de la industria alimentaria en materia de seguridad alimentaria. Un innovador servicio para empresas alimentarias centrado en la gestión proactiva de riesgos emergentes, con el fin de garantizar la seguridad de sus productos.
El Foro SEALI Hub, que se presentará el próximo 20 de marzo en la Feria Alimentaria, será un lugar de encuentro de las empresas y profesionales comprometidos con la seguridad alimentaria.
Los 10 riesgos emergentes de los próximos años
La identificación temprana de riesgos emergentes permite implementar medidas preventivas y de mitigación antes de que estos riesgos se materialicen en problemas mayores. AINIA ha identificado algunos de los riesgos emergentes que se puede inferir como de impacto más probable en los próximos años:
1. Aumento de la presencia de micotoxinas en alimentos.
2. Desarrollo de patógenos que hayan desarrollado resistencias antimicrobianas.
3. Contaminación de suelos o cultivos procedentes del uso de residuos como fertilizantes.
4. Presencia de microplásticos en alimentos.
5. Intoxicaciones derivadas de la posible flexibilización legislativa con el fin de minimizar el desperdicio alimentario.
6. Efectos adversos de la introducción de proteínas alternativas como presencia de alérgenos, contaminantes o plaguicidas.
7. Contaminantes naturales como los alcaloides tropánicos y pirrolicidínicos.
8. Presencia de alérgenos no declarados en alimentos.
9. Incremento de la incidencia de toxinas marinas.
10. Riesgos microbiológicos asociados a alimentos mínimamente procesados.
La identificación de riesgos emergentes es un paso fundamental para desarrollar sociedades más seguras, resilientes y sostenibles. Facilita una respuesta oportuna y efectiva ante amenazas potenciales, minimizando impactos negativos y maximizando la capacidad de recuperación frente a desafíos futuros.