Cada vez más viveristas y semilleros apuestan por el control biológico de plagas en Poinsettia para cultivar plantas sanas, atractivas y sin residuos.
¿El resultado? Más de 2 millones de ejemplares controlados con enemigos naturales solo en el sureste de España de la mano de Agrobío, pionera en esta técnica desde hace una década. La compañía almeriense ya está presente en más del 70% de la producción con control biológico en esta región.
Pero esta tendencia no se queda aquí. Portugal, Italia, Francia, Reino Unido y México también se están sumando a una forma más eficaz y sostenible de proteger estos cultivos ornamentales.
¿Por qué tantos productores apuestan por el control biológico en Poinsettia?
Porque funciona. Porque es un control limpio y mejora la calidad: las plantas adquieren colores más vivos, un tacto sedoso y un aspecto vigoroso. Y porque es el camino hacia una floricultura más respetuosa con el cultivo, el entorno de trabajo y el consumidor final.
Esto quedó claro en la primera jornada sobre control biológico en Poinsettia organizada por Agrobío, que reunió a más de una veintena de semilleros y viveristas —sobre todo de Almería y Málaga— que ya están implementando esta estrategia con excelentes resultados.
Durante el evento se compartieron experiencias reales, nuevas soluciones y tácticas preventivas, también frente a casos particulares como Thrips parvispinus, araña roja o cochinillas, o frente a problemas derivados de condiciones ambientales extremas.
Agrobío muestra sus protocolos
Agrobío propone una estrategia completa desde la primera semana tras el trasplante: introducción de ácaros depredadores y las Dispensing balls de parasitoides, otros generalistas y alimentaciones con POWERmite 3.0. También el uso de feromonas, nemátodos, monitoreo y un protocolo adaptado a cada etapa del cultivo. Sin fitotoxicidad, sin residuos y con resultados duraderos. Todo con el respaldo de su equipo técnico especializado en ornamentales, que acompaña a los viveristas paso a paso.
Con iniciativas como esta jornada, Agrobío reafirma su compromiso con una floricultura más eficiente, segura y sostenible. Su experiencia y cercanía consolidan su liderazgo en el control biológico de la Poinsettia, aportando a la nueva campaña decisión y confianza en cada fase de la producción.
