Las organizaciones han criticado a Planas, que ayer expresó su satisfacción por dicha aprobación y que el sector agrario andaluz no entiende ni aprueba, ya que considera que el ministro ha culminado lo que siempre «inexplicablemente» ha perseguido, que es el trasvase de ayudas desde esta región a otras comunidades autónomas.
Según los representantes del campo andaluz, la satisfacción de Planas pasa por hurtar 500 millones de euros a la principal región agraria de España, machacar su modelo social y profesional de agricultura que mantiene vivo su medio rural, además de penalizar su apuesta por la diversificación y la sostenibilidad, señas de identidad del sistema agroalimentario andaluz.
Para Asaja, COAG y Cooperativas Agro-alimentarias, Planas «tuvo claro desde un primer momento que iba a llevar a cabo su nueva política agraria a toda costa, con un marcado perfil autoritario, sin dar información, sin atender las propuestas del sector agrario andaluz, que incluye a uno de cada tres perceptores españoles de la PAC, y sin tener en cuenta las constantes demandas de consenso, ni las movilizaciones celebradas en unidad de acción».
Han destacado que el Plan que ya tiene el visto bueno de Europa se ha redactado «sin diálogo, sin estudio de impacto previo y sin criterios técnicos o agronómicos, priorizando los intereses de algunas comunidades».
En este sentido, según los datos manejados desde Andalucía, las medidas del Ministerio van a provocar «un descalabro económico en el territorio y un trasvase de ayudas desde esta región a otras comunidades, ya que, entre otras cosas, penaliza la diversidad productiva al reducir el número de regiones sin considerar las especificidades de algunas de las comarcas agrarias que más ayudas de pago básico generaron en las provincias de Sevilla, Jaén o Huelva, que quedan degradadas».
Los datos aportados por la Consejería de Agricultura de Andalucía indican que la nueva PAC provocará una merma del 30 % en las ayudas de 750.000 hectáreas de secano, la pérdida del 25 % de las ayudas percibidas en el periodo actual por 700.000 hectáreas de olivar y una reducción de entre el 30 y el 40 % de las ayudas de todo el regadío.