Logística

Advierten de problemas de tráfico importantes el lunes en la frontera de Irún

El Gobierno Vasco ha advertido de que el lunes se esperan afecciones importantes en el peaje fronterizo de la autopista AP-8 en Biriatou debido a movilizaciones de agricultores con tractores.

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La Dirección de Tráfico del ejecutivo vasco ha difundido un comunicado en el que su máxima responsable, Estibaliz Olabarri, informa a la ciudadanía a partir de las 10.00 horas del próximo lunes se prevén 24 horas «complicadas» en las carreteras de esa zona de Gipuzkoa de frontera con Francia.

Olabarri ha indicado que está convocada «una nueva concentración de tractores en la frontera en la autopista AP-8, en Biriatou, que obligará a cerrar el tráfico para el transporte de mercancías en sentido a Euskadi», desde a esa hora del día 3 hasta las 10.00 del día 4.

Pero ha alertado de que «no se descarta que la movilización se pueda convertir en indefinida».

La directora recomienda por tanto a «a todo tipo de vehículos» que mientras dure la protesta eviten desplazarse hacia la frontera, en dirección hacia Francia, tanto por la propia AP-8 como por las vías alternativas, «para evitar colapsarlas».

Personal de Bidegi, la agencia foral de infraestructuras viarias de Gipuzkoa, y de la Ertzaintza «vigilarán y tomarán medidas de seguridad para minimizar las afecciones a la circulación», ha anunciado Olabarri.

Ha agregado que también se informará de la situación a los conductores a través de los panales en las vías, la web ‘www.trafikoa.euskadi.eus’, las redes sociales de tráfico y el teléfono de atención permanente 011.

El Ayuntamiento de Irún ha difundido asimismo un comunicado en el que pide «medidas» para paliar los problemas de tráfico y a sus vecinos, que eviten el uso de vehículo privado mientras dure la protesta.

Hace quince días el sindicato vasco ENBA dio «libertad de acción» a sus asociados para sumarse o no a esas movilizaciones agrarias, en un comunicado-

ENBA valoró «positivamente» las reivindicaciones de las organizaciones convocantes, entre ellas Ataca de Treviño (Burgos) y Álava, y Bagea, de Gipuzkoa, que reclaman la eliminación de los impuestos a la energía para el sector y una mayor seguridad alimentaria de los productos de fuera.

Estas asociaciones y otras de distintas comunidades autónomas han creado un bloque unitario en defensa del sector, por la «demostrada inmovilidad» de los ejecutivos autonómicos, nacionales y europeos desde el comienzo de las movilizaciones agrarias, según anunciaron el 15 de mayo pasado.

El Ayuntamiento guipuzcoano de Irun ha precisado que en «el anuncio de cierre de las fronteras» para este próximo lunes procede de agricultores «franceses y españoles».

Reprimir a los agricultores

Una vez más la pesadilla vivida el pasado mes de febrero, en la que durante varias semanas los transportistas españoles tuvieron que soportar con absoluta impotencia y hartazgo las movilizaciones que llevaron a cabo una parte del sector agrario, se puede repetir a partir de este lunes con la convocatoria de varios colectivos marginales de agricultores españoles, aseguran desde Fenadismer.

Estos agricultores, que amenazan con bloquear los principales pasos fronterizos con Francia, entre otros en Guipúzcoa la AP-8, en Girona la AP-7, la N-152 y la C-38 y en Huesca la N-330, ocasionarán «nuevos perjuicios económicos millonarios al sector del transporte por carretera».

Una vez más estas acciones radicales no han sido convocadas por las organizaciones representativas del sector agrario, sino por grupos minoritarios de agricultores que parecen actuar con total impunidad y con la pasividad de los responsables de las fuerzas de seguridad tanto estatal como autonómicas, ya que, lejos de advertirles de las consecuencia de llevarlas a cabo, las consienten advirtiendo a los transportistas de la necesidad de evitar circular por dichos pasos fronterizos a partir del próximo lunes y de reprogramar en consecuencia sus viajes.

Fenadismer critica dicha actuación “cómplice” de las autoridades públicas con los autores de dichas actuaciones radicales, dejando en desamparo absoluto a los más de 20.000 transportistas españoles que diariamente cruzan la frontera para llevar nuestras exportaciones con destino al resto de Europa.