P: ¿Qué motivó a HortoVillamanrique a dar el paso hacia la agricultura regenerativa de manos de Epigen Healthy Bite?
A.F: «Próximos a cumplir 25 años en la actividad y en un entorno privilegiado como el Parque Nacional de Doñana, esta cooperativa de Sevilla ha cambiado de sistema productivo de forma radical en los últimos años. Ha pasado de una agricultura intensiva en el uso de fertilizantes, agua y fitosanitarios, a un sistema productivo más eficiente desde el punto de vista ambiental, social y con mayor rentabilidad».
P: ¿Cómo ha sido el proceso hasta que los productores han entrado en el modelo?
A.F: «Comenzamos hace 10 años al reconocer que teníamos que aprender más del modelo almeriense. Primero fue una mejora sustancial de la fertilización y el riego, aunque a día de hoy seguimos trabajando en ello, fue un punto de inflexión.
Después llegó la incorporación de algunos agricultores a la certificación en agricultura ecológica. Esto nos aportó nuevos canales de comercialización. Y en la actualidad, hemos llegado a la agricultura regenerativa donde estamos aprendiendo todo lo que un correcto manejo del suelo nos aporta en el cultivo».
P: ¿Es un proceso fácil de asimilar?
A.F: «Ha sido un proceso exigente hasta el punto que algunos agricultores no lo continuaron y decidieron abandonar. Sin embargo, para los que superaron las primeras etapas, la asimilación de la agricultura regenerativa como sistema productivo está resultando más fácil de lo esperado.
La ayuda de Viagro, desde el principio, ha sido parte importante en la transferencia de conocimiento hacia la cooperativa, de la cual también ha recibido el feedback que le ha permitido desarrollar soluciones para el sistema productivo».
P: ¿Se puso en marcha el modelo de agricultura regenerativa en todos los cultivos?
A.F: «HortoVillamanrique produce ahora sólo sandías al aire libre. Comercializamos sobre 12.000 toneladas de sandías durante el mes de julio».
P: ¿Cómo acogen los clientes el modelo de agricultura regenerativa?
A.F: «Estamos en la casilla de salida. Todavía estamos en fase de conocimiento y valoración por parte del cliente final. Pero somos optimistas, en cuanto que la sociedad es sensible a valores ambientales y sociales».