Ha comenzado con «incertidumbre» debido a la salida no prevista de «miles de kilos» del año pasado que estaban almacenados.
El director de Anpca, Luis Fernando Rubio, ha explicado que contaban con que la campaña comenzara con un «estocaje limpio o almacenes vacíos», pero ahora han constatado la existencias de partidas de poca calidad de la anterior campaña que están saliendo ante «la fuerte demanda de Francia e Italia».
Los productores, que prevén una «excelente calidad» de la producción del ajo recogido esta temporada, gracias a la ausencia de problemas en su desarrollo vegetativo y a la buena climatología durante el cultivo, ahora no saben si la inesperada aparición de oferta en stock puede «desequilibrar el mercado y bajar precios».
Rubio ha apuntado que China también espera este ejercicio un buen volumen de campaña e intentará, a partir de junio, «competir en precios» nuevamente.
Sin embargo, ha reconocido que la pandemia ha jugado a favor del posicionamiento del ajo español en Europa, donde ahora se valora más «por su calidad y la seguridad alimentaria» que ofrece frente al chino.
Este año, la superficie de ajo en España ha alcanzado las 28.000 hectáreas, un 6,8 % más que en 2020, de las que aproximadamente el 71 % se localiza en Castilla-La Mancha, el 16 % en Andalucía y el restante 6 %, en Castilla y León.
La campaña de arranque y corte de ajo de la variedad Spring ya ha comenzado en los campos de Córdoba, una provincia que cuenta en 2021 con 1.800 hectáreas a su producción.
Según los datos que maneja Anpca, la producción estimada superará, «si la meteorología lo permite», a la registrada en 2020 (272.777 toneladas); 2019 (271.353 t); 2018 (271.783 t); 2017 (261.000 t) y 2015 (176.000 t).
Anpca cuenta en la actualidad entre sus asociados con 1.800 productores y 67 empresas comercializadoras que representan en torno al 77 % del sector del ajo español, de acuerdo a las mismas fuentes.