Dice la danesa Netto, líder indiscutible en la venta de frutas y hortalizas ‘bio’ en Dinamarca, que recoge este plan para facilitar la decisión a su consumidor.
«Como cliente, puede resultar difícil saber si se deben comprar tomates extranjeros producidos a muchos kilómetros al aire libre o en invernaderos sin calefacción o daneses de invernadero con calefacción», reflexiona el Grupo Salling (propietario de Netto) en un comunicado de prensa.
Netto ha lanzado una prueba piloto en dos tiendas, donde la señalización y el etiquetado de los productos guían a los clientes hacia las alternativas menos dañinas para el clima.
«El objetivo es que pueda contribuir a una etiqueta climática común en todo el comercio minorista, que en el futuro puede ayudar a reducir las emisiones totales de CO2 de Dinamarca», apunta Salling Group.
«Toda esta situación se hace compleja y, lamentablemente, probablemente se ha interpuesto en el camino de las buenas intenciones de muchos. Pero por este motivo lanzamos una etiqueta climática que permita tomar decisiones calificadas y conscientes», señala Michael Love, director de Netto.
Netto está ‘mapeando’ la huella climática de unos 500 alimentos tanto en fresco como en procesado.
Esta huella climática nace con la crítica por parte de la Asociación Nacional de Productos Orgánicos de Dinamarca, ya que considera una herramienta poco práctica.
Netto da este paso porque «concedemos importancia que muchos daneses quieren marcar diferencias en el clima y reducir la huella climática. Dos de cada tres daneses quieren comer menos carne y más verduras, al igual que uno de cada tres daneses espera comer más respetuoso con el clima en los próximos dos años», señala Love.
Netto ha comenzado los tests en una tienda en Copenhague y en otra tienda en Horsens.
Los clientes de estas dos tiendas tendrán a su disposición nuevos carteles y etiquetas en los lineales para que puedan apreciar la huella climática de cada categoría y de cada producto.
